domingo, 24 de noviembre de 2019

NO MÁS DE UN CUARTO DE TENDIDO PARA UNA MAÑANA FRÍA A FAVOR DEL COTOLENGO EN ALBACETE

Este sábado, 23 de noviembre, a las 12:00 se ha celebrado en Albacete el XXX Festival Taurino a beneficio de la Institución Benéfica Sagrado Corazón de Jesús, popularmente conocida como “El Cotolengo”. Pese a las adversas condiciones meteorológicas, se han ocupado un cuarto de las localidades del coso albaceteño.



                                                  


Al acabar el paseíllo, la “Unión Musical Ciudad de Albacete” interpretó el himno español, que fue escuchado con silencio y respeto por público y actuantes. A continuación, “Pimpi de Albacete”, que fue picador de Dámaso González, junto con una de las hermanas del Sagrado Corazón y D. Vicente Casañ (Alcalde de Albacete), se dirigieron al centro del ruedo para depositar dos flores, en recuerdo al Maestro Dámaso y la hermana María.
          

Abrió plaza un novillo bien presentado de “Las Ramblas” que, desde que fue recibido de capote por Andrés Palacios dio muestras de flojedad y mansedumbre. Las condiciones del astado hicieron que el matador quedara prácticamente inédito con la muleta, aunque pudo lucirse con el capote y mostrar una vez más su excelente manejo del percal. El novillo se colaba por el pitón izquierdo y, llevándolo al caballo, Andrés Palacios resultó arrollado; por lo que, al terminar la lidia del tercero, fue atendido en la enfermería, indicando el parte médico que sufría “un esguince en la rodilla derecha y parameniscitis externa, además de artritis traumática del primer radio del pie derecho, de pronóstico reservado”.  Recibió una calurosa ovación en reconocimiento a su disposición.

En segundo lugar, salió un novillo de bonitas hechuras de Samuel Flores, que correspondió a Miguel Tendero. Ya en el capote, blandeó el novillo, por lo que recibió un puyazo muy medido por parte de Jorge González y una templada brega de Alberto López Barrio. En la faena de muleta, se vio el poder de Miguel Tendero, tratando de llevarlo largo y por bajo, pero tuvo que torearlo a media altura para que no se cayera. El fallo a espadas hizo que su premio quedara en una ovación.

Sergio Serrano recibió por verónicas a un toro de “El Retamar” que hacía tercero de la mañana. Tras el único puyazo, el matador se lució en un quite por chicuelinas. Brindó a las Hermanas del Sagrado Corazón y desarrolló una faena basada en la mano derecha, en la que supo aprovechar las cualidades del animal, dejando evidencia de la madurez que ha alcanzado en estos últimos tiempos. Intentó el toreo al natural, pero no llegó a alcanzar el lucimiento deseado. Mató de estocada certera y fue premiado con las dos orejas.

Tras un breve descanso, recibió Pedro Marín con una larga cambiada de rodillas en el tercio a un toro de Sancho Dávila, para, a continuación, estirarse con él a la verónica. En el único puyazo que recibió el toro, se derrumbó, por lo que el matador quiso aliviarlo en un quite de ajustadas chicuelinas. Brindó a Fernando Navarro, presidente de la Asociación Cultural Taurina “Tinto y Oro” de Valencia, que se encontraba, junto con más miembros de la misma en el tendido. Con la muleta, Pedro Marín trató de desarrollar su concepto de toreo de mano baja y templada, pasándoselo muy cerca. Los momentos más brillantes de la faena los consiguió toreando con la mano derecha, impidiéndole el viento acoplarse en el toreo al natural con la izquierda. El público reconoció sus ganas y bien hacer, por lo que paseó una oreja. 

En quinto lugar, se corrió un novillo de Juan Manuel Criado, al que Diego Carretero lanceó a la verónica, con la rodilla flexionada. Durante toda la lidia, se vio la disposición del joven Carretero, dejando ya muestras de su torería en un quite por chicuelinas que remató con una media de la que el novillo salió suelto. Con la muleta, lo intentó por ambos pitones, tratando de torearlo con mucha verdad, los riñones encajados y la mano baja. El viento y el cabeceo del utrero impidieron un mayor lucimiento, pese a lo cual brotaron buenos muletazos por ambas manos, destacando los pases de pecho de pitón a rabo. Fue premiado con una oreja.

Cerró el Festival el alumno de la Escuela Taurina de Albacete Alejandro Peñaranda, que lidió un eral de “Los Chospes”. No dudó el novillero en echarse de rodillas para recibirlo con una larga cambiada en el tercio y continuó lanceando con gusto a la verónica. Se cambió el tercio tras dos pares de banderillas, destacando el del joven subalterno Jorge Pardo, también de la Escuela Taurina de Albacete. Comenzó su muleteo Alejandro Peñaranda con doblones tratando de sacarse al eral a los medios, aunque el viento le impidió desarrollar su faena en el centro del ruedo. Trató de llevarlo largo y templado con la mano derecha, pero no se sintió a gusto con la izquierda. Finalizando la faena por bernadinas, quedó descubierto por el viento y fue arrollado, levantándose dolorido. Algo mermado físicamente, se tiró a matar, cobrando una estocada entera algo delantera que fue suficiente para hacer doblar al novillo, cortando una oreja.

Y así, finalizó la temporada taurina 2019 en la Plaza de toros de Albacete, en una mañana fría, aunque, afortunadamente, la lluvia no hizo acto de presencia.

Queremos destacar y agradecer la colaboración desinteresada de los ganaderos, toreros, equipos médico y veterinario, personal de plaza, etc. que cedieron sus honorarios a la obra benéfica de la Institución Sagrado Corazón y, por supuesto, a ese público fiel de la plaza de toros de Albacete cuya aportación económica será bien recibida y gestionada por las Hermanas.

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