GRANDES TOREROS DEL RECUERDO

INTRODUCCIÓN:
Para hoy, Sebastián Moreno, nos regala otro de sus recuerdos, de la forma que solo él sabe hacerlo, y que lo hace agradable de leer. Como el relato va de hace muchos años atrás, lo acompaño de unas cuantas fotografías que he encontrado, y que también parecen tener algunos añitos. Y lo mejor, en vez de haceos perder tiempo, es leerlo. Aquí lo tenéis.

OTRO RECUERDO DE SEBASTIÁN:

Un paseo con el más grande
MI CALDITO CON MARCIAL LALANDA

Imagen procedente del Facebook
de Sebastián Moreno
La reflexión aristotélica de que el olvido es una ofensa, sí tiene aplicación en el caso del torero Marcial Lalanda. Nacido en Vaciamadrid, el magnífico Auditorio Municipal de Rivas-Vaciamadrid, inexplicablemente, lleva el nombre de Pilar Barden. Lalanda es relegado al olvido en su pueblo. Pero la cosa no es tan inexplicable: la Barden es de izquierdas, follonera de la Zeja, y el Ayuntamiento es de izquierdas. Lalanda era de derechas. Normal. Política de compadreo y compinches.

El torero madrileño, Marcial Lalanda, durante las décadas de los años veinte, treinta y principios de los cuarenta, fue mi primer personaje del reportaje “En el olvido dorado”, publicado en Cambio16, unos diez años antes de su muerte, en 1990. Efectivamente, estaba olvidado y vivía su gloria con serenidad de triunfador.

Era un tipo simpático, de estatura elevada, algo raro en los toreros. Quizás en eso y en su maestría debió inspirarse el maestro Martín Domingo cuando compuso “Marcial”, un pasodoble, muy popular, una de cuyas estrofas dice “Marcial, eres el más grande”. Fue uno de los grandes toreros de todas las épocas y se cortó la coleta en 1942, antes de cumplir los 40 años. Tomó la alternativa en Sevilla de manos de Juan Belmonte, y de testigo, Manuel Jiménez “Chicuelo”. Dos grandes históricos. Me dijo que a él le gustaba más Joselito, y copiaba sus virtudes, aunque reconocía que Belmonte había revolucionado el toreo, rompiendo aquella norma de Lagartijo que sostenía que el toreo consistía en que «o te quitas tú o te quita el toro». Belmonte, a base de dominio técnico, lo transformó en «no te quitas tú ni te quita el toro, si sabes torear».

Imagen procedente del Facebook
de Sebastián Moreno
Me mostró algún cartel, como este de Alicante, en su año de despedida. Qué cartelazos. Era la edad dorada del toreo, nada que ver con héroes poncerianos, tomasinos – en el mundo de los ciegos el tuerto es el rey— y otras mediocridades, que dan ganas de salir corriendo de las plazas, saludable ejercicio que inicié hace décadas.

Recuerdo su curiosa concepción del toreo. Decía que cada pase era como una operación aritmética donde, para que todo resultara exacto, había que utilizar, rápidamente, con la mente y con las manos, la exactitud del tiempo y el espacio, En toreros analfabetos, que los hay a mansalva, ya me explico sus fracasos.

Me llevó a los bares donde iba horas antes de cada día de corrida: por los alrededores de la Puerta del Sol y calle Carretas, entre ellos, “La Campana”, en la calle Núñez de Arce. En esta misma calle, entre la plaza de Santa Ana y la calle de la Cruz había una tabernilla preferida suya, regentada por un matrimonio anciano. Les dijo “Ponednos lo mismo que yo tomaba antes de torear, un caldito”. Era una mañana fría de primavera, y pensé que no vendría mal el caldo, de pollo o de lo que fuera, para entonarnos. Y nos soltaron dos vasos de un vino estupendo, que también nos calentaron.

Hablaba con cariño de su finca “La Salceda”, símbolo de su triunfo en su carrera, finca tristemente famosa en juzgados y sitios por el estilo, desde que la comprara Mario Conde. Pero esa es otra historia. Y fea.

Escrito por Sebastián Moreno


LAS FOTOGRAFÍAS:
En estas ocasión, la fotografías provienen de imágenes ya reveladas en papel, por lo que se han escaneado directamente en un aparato de sobremesa. En algunas, la antigüedad de las mismas es evidente por la calidad que vemos en ellas, en otras sin embargo, el paso del tiempo no ha sido tan notorio. Los textos y firmas son originales de Antonio Mondéjar.

Según lo que tenia anotado esta fotografía en la parte trasera
Esta corresponde al torero conocido como “Vergara”

Sebastián Moreno nos cuenta: Ese apellido, Vergara, me recuerda al torero albacetense Abelardo Vergara --ya fallecido--, de la época de Chicuelo II. No había nacido en Albacete, pero había vivido allí desde los tres años y se le consideraba albacetense. Toreaba en la primera corrida de mi vida, a la que me llevaron mis padres en la feria de Hellín. Completaban el cartel, Gregorio Sánchez, que es de Toledo, creo que vive todavía, y Francisco Antón "Pacorro", alicantino, fallecido, con el que creo haber hablado hace mil años, recordando esa corrida, porque fue de los primeros subalternos de Dámaso González.  

La superior e inferior corresponden a “Gregorio”


“Juanito Soriano”

Aquí está claro, Manuel López "El Hidalgo"


La de arriba y las dos siguientes, tienen anotado el nombre de “Simarro”
Están algo mal, debido a que el tamaño original apenas tiene 5 cm. pero me han parecido interesantes.





Pues ya hemos terminado por esta vez, no sin antes agradecer de nuevo a Sebastián Moreno la contribución que está haciendo al blog, para hacerlo más interesante.

Y a vosotros, pues deciros que ya estoy preparando el siguiente carrete, así pues, hasta dentro de unos días…



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